Corea del Sur anunció ayer planes para compensar a las víctimas del trabajo forzado impuesto por Japón durante la guerra, aunque sin participación japonesa directa.
El ministro de Relaciones Exteriores, Park Jin, dio a conocer los planes de usar una fundación surcoreana para compensar a las víctimas y sus familias, con lo cual espera que empresas japonesas contribuyan voluntariamente.
“Espero que Japón responda positivamente a nuestra gran decisión de hoy, con empresas japonesas que contribuyan voluntariamente y brinden una amplia disculpa”, declaró el ministro.
La propuesta recibió de inmediato el visto bueno del primer ministro japonés, Fumio Kishida, quien elogió el plan presentado por Seúl para compensar a las personas esclavizadas por empresas niponas durante la II Guerra Mundial, y señaló que su Gobierno mantendrá sus disculpas por el calvario sufrido por los afectados.
“Hemos asumido la posición articulada por los gabinetes anteriores sobre la visión de la historia y continuaremos haciéndolo”, afirmó Kishida durante una sesión parlamentaria después de que Seúl anunciara más temprano su propuesta pactada con Tokio para indemnizar a personas esclavizadas por empresas japonesas durante ese período.
El primer ministro dio la bienvenida al plan y dijo que esta decisión “contribuirá a restaurar lazos saludables entre Tokio y Seúl”, manteniendo así la postura que ya estableció en 1955 el entonces primer ministro, Tomiichi Murayama, quien expresó “una sentida disculpa” por parte de Japón por el daño causado a muchas naciones asiáticas.
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