El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró ayer que su país continuará con sus ataques contra las infraestructuras energéticas de Ucrania, que ya provocaron masivos cortes de electricidad y agua a pocos días de que empiece el invierno en la región.
“Sí, lo hacemos, ¿pero quién comenzó?”, declaró Putin al margen de una ceremonia de entrega de medallas en el Kremlin. El presidente ruso presentó los bombardeos como una respuesta a la explosión que dañó el puente de Crimea construido por Rusia y otros ataques imputados a Ucrania.
Putin también reprochó a Ucrania haber “hecho saltar las líneas eléctricas de la central nuclear de Kursk”, una región rusa fronteriza de Ucrania, y de “no abastecer de agua” al bastión separatista prorruso de Donetsk en el este del país.
“No abastecer de agua a una ciudad de un millón de habitantes es un acto de genocidio”, aseguró, y acusó a los países occidentales de cerrar los ojos ante esas acciones de responsables ucranianos, informó la agencia de noticias AFP. Desde el ataque del puente de Crimea en octubre, Rusia multiplicó los ataques con misiles contra las infraestructuras energéticas civiles.
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