El presidente peruano, Pedro Castillo, anunció sorpresivamente el miércoles la disolución temporal del Congreso, cuando quedaban pocas horas para que enfrentara un tercer intento de destitución promovido por legisladores de la oposición.
Castillo, un líder de izquierda que asumió al poder en julio del 2021, dijo que se establecería un "gobierno de excepción", al tiempo que convocó a elecciones legislativas, mientras que durante el "interregno" por el cierre del Congreso aseguró que se respetará el actual modelo económico del país.
Hace tres décadas, el exmandatario Alberto Fujimori, actualmente preso por abusos a los derechos humanos y corrupción, ordenó también la disolución del Congreso.
Aún no estaba claro, ante las versiones contrapuestas del presidente y la oposición, si el mandatario estaba facultado por ley a ordenar el cierre del Congreso.
"En atención al reclamo ciudadano a lo largo y ancho del país tomarnos la decisión de establecer un gobierno de excepción orientado a restablecer el estado de derecho y la democracia", señaló Castillo en un discurso.
Castillo había sido convocado al Congreso unicameral a las 15.00 horas local (2000 GMT) para que responda a acusaciones de "permanente incapacidad moral" para gobernar, en medio de varias investigaciones fiscales de presunta corrupción.
Varios legisladores de oposición consideraron la decisión de Castillo como un "golpe de Estado" e hicieron llamados a las fuerzas armadas para "restablecer el orden constitucional".
Tras la decisión de Castillo, los ministros de Economía y de Relaciones Exteriores anunciaron su renuncia por Twitter.
"En estricto apego a mis convicciones y valores democráticos y constitucionales, he decidido renunciar irrevocablemente al cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, ante la decisión del Presidente Castillo de cerrar el Congreso (...) violando la Constitución", expresó el ahora excanciller César Landa.
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