Una investigación realizada por Suecia sobre las explosiones ocurridas a fines de septiembre en los gasoductos Nord Stream I y II, que conectan Rusia con Alemania bajo el mar Báltico y proveen el fluido a Europa, confirmó que en ambos casos se trató de sabotajes.
“Los análisis que se han realizado muestran restos de explosivos en varios de los objetos extraños encontrados”, dijo ayer en un comunicado el fiscal Mats Ljungqvist, encargado de la investigación preliminar abierta tras el hallazgo de cuatro enormes fugas de gas en los ductos. De todas formas, aún sigue siendo un misterio quién es el responsable del ataque.
Los aliados occidentales de Kiev acusan al Kremlin, que lo negó categóricamente, mientras otras teorías apuntan a Estados Unidos y Ucrania como posibles beneficiarios del sabotaje. Se documentaron “daños graves en las cañerías de gas provocados por detonaciones”, añadió el comunicado, reproducido por la agencia de noticias Sputnik.
“La continuación de la investigación preliminar va a mostrar si alguien puede ser procesado”, agregó la fiscalía. El Servicio de Seguridad Sueco (Sapo), que lleva a cabo la investigación bajo el liderazgo de la fiscalía, confirmó los resultados en un comunicado separado, pero ambas autoridades se negaron a dar más informaciones, informó la agencia de noticias AFP.
Estos gasoductos han estado en el centro de tensiones geopolíticas desde el inicio de la guerra ruso-ucraniana, el 24 de febrero pasado, debido a la decisión de Moscú de utilizar los hidrocarburos como represalia por las sanciones occidentales, lo que derivó en la interrupción del suministro de gas hacia países muy dependientes, entre ellos Alemania. La confirmación sueca de ayer fue bienvenida por el Kremlin, que dijo en una declaración que “se ha confirmado” la sospecha que Rusia siempre tuvo al momento de evaluar las explosiones.
El pasado 26 de septiembre, Nord Stream 2 AG, operadora del gasoducto homónimo ruso, anunció una fuga de gas por causas desconocidas en una de las dos cañerías de la infraestructura cerca de la isla danesa de Bornholm. Más tarde, trascendió que las dos líneas del gasoducto paralelo Nord Stream 1 también habían sido dañadas. Alemania, Dinamarca y Suecia no descartaron un acto de sabotaje.
El Nord Stream 1 llevaba sin transportar gas desde finales de agosto pasado, luego de que Moscú informara sobre una fuga de aceite en la única estación compresora rusa aún operativa. El Nord Stream 2, en tanto, jamás entró en funcionamiento. Alemania suspendió su certificación días antes de que Rusia iniciara la invasión de Ucrania, en respuesta al reconocimiento por parte del presidente ruso Vladimir Putin de la independencia de las regiones separatistas prorrusas.
En tanto, en Ucrania, se anunció ayer la reapertura de la línea de tren entre la capital Kiev y Jerson,
COMENTARIOS