La Casa Blanca anunció ayer que las principales corporaciones alimentarias, incluido el gigante de la comida rápida Burger King, comprometieron miles de millones de dólares para una estrategia nacional que busca poner fin al hambre y la obesidad en Estados Unidos.
El compromiso del sector privado se dio a conocer durante la conferencia “Hambre, nutrición y salud”, que reunió a líderes gubernamentales, académicos y activistas con “el objetivo de acabar con el hambre y reducir las enfermedades relacionadas con la dieta en Estados Unidos para 2030”.
El gobierno promocionó el encuentro como la primera gran cumbre de la Casa Blanca sobre alimentación desde que Richard Nixon estuvo en el cargo, hace más de medio siglo. Casi el 42 % de los adultos estadounidenses son técnicamente obesos y alrededor del 10 % de los hogares del país sufren inseguridad alimentaria, según las últimas estadísticas del gobierno.
Los funcionarios dijeron que los 8000 millones de dólares comprometidos por el sector público y privado incluyen aportes de más de 100 organizaciones, que van desde hospitales hasta empresas de tecnología y actores de la industria alimentaria. “Todos se han asumido compromisos audaces y de cambios de paradigma que mejorarán la nutrición, promoverán la actividad física y reducirán el hambre y las enfermedades relacionadas con la dieta durante los próximos siete años”, dijo un funcionario.
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