El papa Francisco expresó su preocupación por la situación que se vive en Nicaragua luego de varias semanas de silencio, en tanto que llamó a un "diálogo abierto" y "sincero" en el país centroamericano ante una multitud congregada en la Plaza de San Pedro.
El Sumo Pontífice se pronunció públicamente por el conflicto en escala entre la Iglesia Católica y el Gobierno de Daniel Ortega.
Días atrás, la policía nicaragüense detuvo a Rolando Álvarez, el obispo de Matagalpa, junto a otros sacerdotes.
"Sigo con cercanía con preocupación y dolor la situación que se ha creado en Nicaragua que afecta a personas e instituciones, quisiera expresar mi convicción y mi deseo de que por medio de un dialogo abierto y sincero se pueden encontrar la bases para una convivencia respetuosa y pacifica", dijo.
La semana pasada, un grupo de ex mandatarios -entre los que se encuentra el expresidente Mauricio Macri- del grupo Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) le pidieron al Papa Francisco que se pronuncie sobre la "persecución agravada" a la Iglesia Católica en Nicaragua.
En una declaración conjunta, donde se detallan algunos casos puntuales, instaron al Sumo Pontífice a que exprese "una firme postura" de defensa del pueblo nicaragüense y su libertad religiosa frente al gobierno de Daniel Ortega.
Bajo el título de "Declaración sobre el régimen Ortega y Murillo y la persecución agravada de la libertad de religión en Nicaragua", los presidentes expresaron su preocupación por "la quema de iglesias y la salvaje destrucción de las imágenes del culto católico".
"Avanza en una línea de destrucción de bases sociales y antropológicas que mejor recuerda la quema de libros judíos, socialistas y pacifistas y de bibliotecas enteras por los partidarios del régimen nacional socialista alemán en 1933", puntualizaron.
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