La amenaza china como inquietud
No sólo es la economía. Aunque la inflación y los temores de recesión están en la cabeza de los votantes, hay otro tema que surge en las campañas políticas desde el Reino Unido y Australia hasta Estados Unidos y otras partes del mundo: la ``amenaza china’’.
Los dos finalistas que intentan convertirse en el siguiente primer ministro de Gran Bretaña, Liz Truss y Rishi Sunak, debatieron el mes pasado frente a las cámaras de televisión sobre quién sería el más estricto contra China. Es un marcado alejamiento de la postura “sinófila” del premier saliente Boris Johnson y parte de una retórica cada vez más dura contra China en muchos países de Occidente y otras democracias, como Japón, que está surgiendo durante las campañas electorales.
Durante años, los países han intentado equilibrar su impulso al comercio y la inversión con la segunda mayor economía mundial y sus preocupaciones en torno al poderío militar, espionaje y antecedentes de derechos humanos en China.