Washington
Vladimir Putin subestimó la respuesta de Occidente frente a la invasión de Ucrania y “está más aislado que nunca”, clamó anoche el presidente estadounidense Joe Biden elogiando la unidad de Occidente, en su primer discurso ante el Congreso, en el que la ofensiva rusa que comenzó el jueves pasado eclipsó los temas domésticos. Además anunció la prohibición de aviones rusos en el espacio aéreo estadounidense, siguiendo el ejemplo de Canadá y la Unión Europea.
“A lo largo de nuestra historia hemos aprendido esta lección: cuando los dictadores no pagan el precio de su agresión, provocan más caos. Siguen moviéndose. Y los costos y las amenazas para Estados Unidos y el mundo siguen aumentando”, dijo Biden.
“(Putin) deberá pagar el precio de su agresión o sembrará más caos en el mundo. Lanzó una guerra premeditada y no provocada. Rechazó los esfuerzos diplomáticos. Pensó que Occidente y la OTAN no responderían. Y pensó que podía dividirnos internamente. Putin estaba equivocado. Estábamos listos”, afirmó horas después de haber hablado con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien le suplicó ayuda.
Zelenski, quien se protege en Kiev de los ataques de la artillería rusa, resumió en un tuit su mensaje cada vez más desesperado: “Debemos frenar al agresor cuanto antes”.
Biden destacó el liderazgo de Zelenski y el coraje del pueblo ucraniano, dispuesto a defender a su país de la agresión externa. “Maestros, jubilados, trabajadores, todos están dispuestos a pelear por su país”, destacó al referirse a la resistencia ucraniana. “Putin podrá tener rodeada a Kiev (la capital de Ucrania) pero nunca podrá doblegar el amor por la libertad del pueblo ucraniano”, agregó, en medio de aplausos de los presentes.
En un momento, a instancias del mandatario, los congresistas estadounidenses ovacionaron de pie al pueblo ucraniano.
“El mundo está en batalla entre democracias y autocracias”, señaló, destacando la cohesión que las naciones libres del mundo han tenido para condenar en forma unánime la invasión rusa a Ucrania. Asimismo, indicó que las fuerzas de EE UU apostadas en el este de Europa “no participarán en el conflicto con las fuerzas rusas en Ucrania”, pero que defenderán a cualquier país de la OTAN sobre el que Rusia quiera avanzar.
También destacó las sanciones económicas que Occidente en conjunto tomó para “asfixiar” a la Rusia de Putin, y advirtió a los oligarcas rusos con apoderarse de “sus yates, sus departamentos de lujo, sus aviones privados”. “Vamos tras sus ganancias malhabidas”, aseguró.
AGENDA INTERNA
En otro orden, el discurso de Biden también tuvo un marcado peso económico. Se refirió en concreto a la inflación, que en enero se disparó hasta el 7,5 por ciento, algo que ha provocado que el índice de aprobación del presidente caiga hasta alrededor del 40 por ciento.
El mandatario afirmó que su plan para combatir la inflación es “rebajar los costos, no los salarios” de los trabajadores, además de “fabricar más automóviles y semiconductores en Estados Unidos” y conseguir que en el país haya “más productos moviéndose más rápido y más barato”.
“Mi plan para combatir la inflación rebajará los costos y rebajará el déficit”, prometió. Biden insistió en la necesidad de fabricar más productos en Estados Unidos “en lugar de apoyarse en las cadenas de suministro extranjeras”, en las que ha habido muchos problemas y cuellos de botella en el último año.
El mandatario citó “medidas prácticas que reducirían los costos para las familias ahora mismo, incluido el precio de los medicamentos, las primas de seguros de salud y los costos de la energía y el cuidado infantil”. Los 535 miembros del Congreso estuvieron invitados al discurso sobre el estado de la Unión.
COMENTARIOS