Miles de opositores al certificado de vacunación se movilizaron en caravana desde distintos puntos de Francia y acampaban en la periferia de París, donde la Policía blindó los accesos para impedir que se replique la protesta vehicular que empezó en Canadá y se expandió a varias partes del mundo. Casi 7200 policías y gendarmes "se desplegaron para hacer respetar las prohibiciones de las caravanas de vehículos", indicó la prefectura de Policía de la capital. En las calles parisinas también aparecieron vehículos blindados de la gendarmería.
Una marcha similar se realizó en Canberra, capital de Australia, donde los manifestantes se concentraron delante del Parlamento, algunos agitando la bandera australiana en rojo, un emblema asociado con los "ciudadanos soberanos" que afirman que las leyes nacionales no les conciernen.
El bautizado "Convoy de la libertad" canadiense comenzó a finales de enero en el oeste del país, a raíz de la ira de camioneros que debían vacunarse contra la Covid-19, testearse o aislarse para poder cruzar la frontera con Estados Unidos.
Una protesta del mismo tenor se vive en Nueva Zelanda, donde activistas acumulan cuatro días acampando en los jardines del Parlamento de Wellington. Las autoridades belgas también dijeron que prohibirían las caravanas que fueron anunciadas que convergerían en Bruselas el lunes, según un llamado a protestar que circula en redes sociales.
En tanto, la Policía de Austria anunció que vetará cualquier intento de movilización similar, tras reportes de que varios cientos de vehículos iban a converger, de igual forma, en Viena y cerca de un importante parque público en la capital austríaca.
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