El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, denunció ayer “una caza política” contra el tenista Novak Djokovic, cuyo visado fue cancelado por las autoridades australianas.
“Lo que no es juego limpio es la caza política (contra Djokovic), en la que participan todos desde el primer ministro de Australia fingiendo que las reglas son válidas para todos”, afirmó Vucic a la prensa.
El presidente serbio subrayó que varios jugadores fueron autorizados a entrar en Australia en las mismas condiciones, al contrario que lo ocurrido con el número 1 serbio, que permanece retenido en un hotel a la espera de la resolución judicial de su caso.
Las autoridades serbias hacen “todo lo posible” para ayudar a Djokovic, precisando que Belgrado contactó en dos ocasiones con el embajador de Australia en Serbia y que la primera ministra, Ana Brnabic, va a hablar con un alto responsable australiano.
Belgrado pedirá a las autoridades australianas que permitan a Djokovic alojarse en la casa que había alquilado para el Abierto de Australia y no en el hotel donde se encuentra actualmente, que Vucic calificó de “infame”.
“Creo que esta especie de encarnizamiento político sobre Novak va a continuar para que puedan probar algo. Cuando no podés vencer a alguien, entonces te dedicás a este tipo de cosas”, añadió.
Australia canceló el jueves el visado de Djokovic, que llegó al aeropuerto de Melbourne sin los documentos necesarios para la entrada en el país, indicaron las aduanas australianas.
El número 1 mundial del tenis, que no ha ocultado su escepticismo respecto a las vacunas, había anunciado la obtención de una derogación médica para poder viajar a Australia, donde se disputa del 17 al 30 de enero el primer Grand Slam de la temporada, una cita que el propio Djokovic ha conquistado en nueve ocasiones.
El actual número uno del tenis mundial permanece alojado en el Park Hotel de Melbourne, un establecimiento calificado como “infame” por el Gobierno de Serbia, argumentando que allí se alberga a los detenidos que fueron trasladados a Australia desde la isla de Manus y Naur. Según aseguró el periódico serbio Telegraf, el tenista de 34 años se encuentra “cautivo” bajo una custodia policial y privado de sus cosas, a excepción de un teléfono móvil. Fue desde ese mismo celular desde donde envió un mensaje a su familia que posteriormente hizo público su hermano Djordje en medio de la conferencia de prensa a la que se presentó junto a su padre Srdjan.
“¡Dios todo lo ve! La moralidad y la ética como los más grandes ideales son las estrellas que guían hacia la elevación espiritual. Mi gracia es espiritual, y su riqueza material”, fue el escueto mensaje que le envió el nueve veces campeón del Abierto de Australia a su familia desde Melbourne.
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