Las fuerzas de seguridad de Israel mataron a lo largo de 2021 al menos a 313 palestinos, entre ellos 71 menores, en el año más mortífero registrado en los territorios ocupados desde 2014, según un informe publicado ayer por la organización israelí de derechos humanos B’Tselem. Además, en Cisjordania y en Jerusalén Este, 895 palestinos, incluidos 463 menores, se quedaron sin hogar durante el mismo período por la demolición de 295 viviendas, la cifra más elevada del último lustro. Por lo que respecta a las muertes, el año pasado estuvo marcado por la ofensiva israelí en la Franja de Gaza del pasado mayo. En la operación militar, Israel mató al menos a 232 palestinos, entre los cuales 54 menores, según el recuento de B’Tselem, que apunta que la mayoría no participó en las hostilidades. El informe también recoge la muerte de otros 20 palestinos en el enclave por cohetes disparados por facciones locales contra Israel que cayeron en Gaza, así como la de seis civiles israelíes, tres extranjeros y dos miembros de las fuerzas de seguridad de Israel muertos por proyectiles disparados desde la Franja. Para encontrar una cifra mayor de muertos palestinos en un solo año hace falta remontarse hasta 2014, cuando Gaza fue sometida a una ofensiva militar israelí que dejó más de 2000 muertos.
SEGÚN INFORME
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