La Unión Europea quiere blindar su postura ante Rusia con una línea roja y clara: la invasión de Ucrania conllevaría unas sanciones de una dureza extrema y sin precedentes contra Moscú. El borrador provisional de conclusiones de la última cumbre europea del año, que reunió ayer a los líderes de los Veintisiete en Bruselas, es un aviso directo al presidente ruso, Vladímir Putin: “Cualquier nueva agresión militar contra Ucrania tendrá enormes consecuencias”, dice el texto.
El objetivo último, en caso de que Moscú diera el paso fatal, sería aislar a Rusia económicamente y desengancha de facto a ese país del resto del mundo. Bruselas aún confía en que Putin se avenga a negociar una desescalada de la tensión. Pero como ha afirmado el alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, “esperamos lo mejor, pero nos preparamos para lo peor”.
La tensa situación con el vecino del Este, que fue agravándose en las últimas semanas a medida que se acumulaban tropas rusas en la frontera con Ucrania, protagonizará un Consejo Europeo en el que el bloque comunitario quiere subrayar dos ideas: por un lado invoca la desescalada y la vía diplomática para desactivar la bomba de relojería geopolítica a las puertas de la Unión; por otro, blande una batería de sanciones y medidas punitivas que agotan los adjetivos en los foros diplomáticos - ”contundentes”, “severas”, “serias”-. La Comisión Europea lleva meses preparando este paquete de opciones, pero su contenido es en estos momentos uno de los secretos mejor guardados de Bruselas.
“El Consejo Europeo subraya la necesidad urgente de que Rusia rebaje las tensiones causadas por la concentración militar en su frontera con Ucrania y la retórica agresiva”, señala el documento provisional de conclusiones del Consejo, que los 27 líderes de la UE esperan aprobar este jueves. El texto reclama el regreso a los cauces diplomáticos, “especialmente en el formato de Normandía para lograr la plena aplicación de los Acuerdos de Minsk”, en referencia al foro de alto nivel creado en 2014, tras la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia, en el que Francia y Alemania median entre Moscú y Kiev. Estas palabras tenían su reflejo en la entrada de los jefes de Estado y Gobierno al Consejo Europeo. “Tenemos que subrayar otra vez la inviolabilidad de las fronteras y que haremos todo juntos para asegurar que esa inviolabilidad se mantiene”, destacó el canciller alemán, Olaf Scholz, quien respaldó la decisión de su ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, de expulsar a varios miembros de la Embajada rusa en Alemania. Precisamente el nuevo mandatario alemán debuta en esta cumbre y cada gesto suyo es detenidamente escrutado, pues Bruselas se ha convertido en un hervidero de incertidumbre ansioso por saber el contenido de este paquete. Mensajes similares lanzaron la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, y el polaco, Mateusz Morawiecki, quien señaló que tenía que quedar claro que era optimista sobre la posibilidad de “llegar a unas conclusiones comunes que anunciaran una respuesta si hay una agresión militar contra Ucrania”.
____________________________________
Seguinos en Twitter
COMENTARIOS