Desfile con antorchas, honores militares y una selección musical dejó descolocados a los alemanes. La todavía canciller, Ángela Merkel, sorprendió hasta a sus biógrafos al escoger la banda sonora de su ceremonia militar de despedida, la tradicional Großer Zapfenstreich, celebrada ayer en la gran explanada del Ministerio de Defensa, en Berlín.
Merkel, que como todos los homenajeados podía pedir tres canciones, se decidió por un tema de 1974 de la cantante punk Nina Hagen, un himno cristiano y la balada más conocida de la artista Hildegard Knef. En su breve discurso, Merkel subrayó los valores de la democracia, la confianza en la ciencia y deseó “el mayor éxito” a su sucesor, el socialdemócrata Olaf Scholz.
A menos de una semana de que los diputados del Bundestag elijan canciller a Scholz, la Bundeswehr despidió a Merkel con el mayor honor que las Fuerzas Armadas alemanas pueden conceder a un civil. La ceremonia, que se celebra cuando dejan sus cargos el presidente federal, el canciller o el ministro de Defensa, se lleva a cabo por la noche e incluye un vistoso desfile con antorchas y varias piezas musicales, incluido el himno nacional. También es tradición que el homenajeado elija tres canciones.
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