Estados Unidos acusó a Rusia de poner en peligro la integridad de la Estación Espacial Internacional con la destrucción “imprudente” de uno de sus propios satélites el lunes, como parte de uno de sus ejercicios militares, esta vez en el espacio. La prueba de misiles antisatélite provocó una lluvia de más de 1500 pedazos de basura espacial que continúa orbitando la Tierra como una gran nube y que se acercó peligrosamente a la ISS. Los siete astronautas que ocupan la estación tuvieron que refugiarse en dos naves espaciales de la nube de basura que hace peligrar, dice el departamento de Estado de Estados Unidos, “los intereses de todas las naciones”. El Ministerio de Defensa ruso reconoció ayer la prueba antimisiles contra uno de sus viejos satélites, aseguró que se realizó con “precisión nítida” y negó que pusiera en riesgo a la Estación Espacial Internacional y a sus ocupantes. “Probamos con éxito un sistema prometedor”, indicó el ministro Serguéi Shoigu. “Los fragmentos que se formaron no suponen amenaza ninguna para la actividad espacial, ha añadido el ministro, uno de los hombres más cercanos al presidente ruso, Vladimir Putin. El objetivo era una nave espacial no operativa que había estado en órbita desde 1982, según Defensa.
ESTACIÓN ESPACIAL
COMENTARIOS