Nueva York
Finalmente, la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó anoche una resolución que declara que las elecciones presidenciales del 7 de noviembre en Nicaragua “no fueron libres, justas o transparentes y carecen de legitimidad democrática”. La sorpresa la dio Argentina que avaló con su voto la medida.
Fue aprobada al final de la 51 Asamblea General de la OEA, que fue celebrada de forma virtual desde el miércoles. Veinticinco países de la organización votaron a favor de la resolución -entre ellos el nuestro- y siete, como Honduras y México, se abstuvieron. Nicaragua votó en contra.
CASO OMISO
La resolución deplora el caso omiso que el Gobierno del país centroamericano ha hecho a las iniciativas diplomáticas y técnicas emprendidas desde junio de 2018 por la OEA para promover la “democracia representativa y la protección de los derechos humanos” en Nicaragua.
Además, concluye, con base en los principios de la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, que las instituciones democráticas en el país centroamericano “han sido seriamente socavadas por el Gobierno”.
En ese contexto, instruye al Consejo Permanente de la OEA a realizar una “evaluación colectiva inmediata” de la situación en ese país, de conformidad con la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, que deberá completarse “a más tardar el 30 de noviembre”.
Tras ese periodo, esa instancia deberá tomar las “acciones apropiadas”. Previa a la votación de la iniciativa, el representante de Nicaragua, Michael Campbell, rechazó “de la manera más categórica el proyecto de resolución” que, aseguró, “se quiere imponer” en contra de su país en esta Asamblea General.
El pasado domingo, Nicaragua celebró elecciones presidenciales en las que se reeligió por tercera vez consecutiva a Daniel Ortega. Fueron criticadas internacionalmente por la falta de oposición real y el encarcelamiento de siete aspirantes a la presidencia.
Algunos países de la OEA como Estados Unidos han mencionado recientemente considerar “consecuencias concretas’’ para Nicaragua por “abandonar’’ la democracia. El artículo 21 de la Carta Democrática, por ejemplo, dice que el organismo puede considerar la suspensión de un Estado miembro. El artículo 20 de la carta dice a su vez que en caso de grave “alteración” de la democracia se faculta al secretario general o cualquier país miembro a convocar inmediatamente un Consejo Permanente para evaluar la situación.
LA DEFENSA
Michael René Campbell, un representante de Nicaragua ante la OEA, dijo antes del voto ayer que el pueblo nicaragüense expresó su libre voluntad en una elecciones pacificas, que describió como “una de las tareas más hermosas que ha emprendido (Nicaragua) en los últimos años’’.
“La OEA no es nuestro Consejo Supremo Electoral. La OEA no tiene la autoridad para constituir nuestra junta receptora de votos. Los funcionarios de la OEA no son ni deben ser fiscales de partidos políticos. La OEA no es árbitro o auditor del proceso electoral. Cada pueblo establece estas autoridades a través de sus leyes,‘’ dijo Campbell.
Además, denunció que entre sus proponentes se encontraba “un impostor, que usurpa el lugar de Venezuela”, en alusión a la delegación del líder opositor Juan Guaidó, y advirtió que ello se suma la “ilegalidad y nulidad” de la resolución.
La resolución de la víspera también dice que Nicaragua ignoró o rechazó las recomendaciones que la OEA hace desde hace tiempo para “promover la democracia representativa y la protección de los derechos humanos’’. El documento también dice que las instituciones democráticas en Nicaragua han sido dañadas por el gobierno de ortega y pide la liberación de presos políticos.
Estados Unidos aseguró el martes que Nicaragua ha dejado de ser una democracia y es ahora una dictadura, en la aseveración más fuerte que ha hecho hasta este momento el gobierno del presidente Joe Biden para referirse a la administración de Ortega.
EL VOTO ARGENTINO
La Argentina sorprendió con su aval en medio de sus diferencias con la OEA. Además, en esta oportunidad no se alineó a México, que se abstuvo de respaldar el documento, al igual que Bolivia.
“La Argentina reitera su compromiso con la defensa de los derechos humanos, que para nuestro país representa un valor superior e irrenunciable”, dijo Pablo Anselmo Tettamanti, secretario de Relaciones Exteriores de la Cancillería, según el portal de La Nación. “Hemos acompañado el actual proyecto de resolución con la convicción, la esperanza y la voluntad política de seguir trabajando a favor del dialogo y la solución pacifica de nuestras diferencias en verdadero beneficio de nuestros pueblos”, completó.
COMENTARIOS