Llega la hora de la verdad para el primer ministro italiano, Mario Draghi, anfitrión de la cumbre del G20 que tendrá lugar este fin de semana en Roma. La presidencia de turno italiana tiene el objetivo de que los miembros de este club se comprometan a llegar a emisiones cero en el 2050, en una reunión que será una antesala de la cumbre del clima que arrancará el lunes en Glasgow, la COP26. En esto tendrá un aliado notable: el presidente de EEUU, Joe Biden, que se estrena en el primer G20 presencial tras la pandemia.
Biden vuela a Europa para reiterar al mundo que EEUU ha regresado al multilateralismo, después de los cuatro años de la controvertida diplomacia de la administración Trump, con la agenda llena. Ayer se encontró con el Papa –pese a que el Vaticano ha cancelado la retransmisión de la llegada de la expedición–, con el presidente francés, Emmanuel Macron, con Draghi y también con el presidente de la República, Sergio Mattarella. Pero pese al protagonismo de Biden, el G20 quedará deslucido por la ausencia de dos jugadores importantes, el presidente ruso, Vladimir Putin, y el chino Xi Jinping, que seguirán los actos en remoto.
Tampoco acudirán el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, por las elecciones generales en su país, ni el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que apenas hace viajes internacionales. El brasileño Jair Bolsonaro no estará en Roma, después de que una comisión del Senado le haya acusado de crímenes contra la humanidad por su gestión de la pandemia.
Con estas notables faltas será complicado alcanzar el compromiso que busca Draghi entre los participantes en la cumbre del G20, que juntos suman un 80% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Ni Pekín ni Moscú están dispuestos a que la batalla contra el cambio climático afecte a su proyección económica, como tampoco lo está India, pese a que Narendra Modi sí viaja a Roma y también verá al Papa el sábado. China se ha marcado el objetivo del 2050, pero India no ha contraído ningún compromiso de este tipo.
Se espera que los líderes del G20 también sellen el acuerdo para imponer un impuesto mínimo global del 15% a las empresas y afronten la subida de los precios de la energía y la recuperación económica tras el Covid. Además, rendirán los últimos homenajes internacionales a la canciller alemana Angela Merkel, que se despide tras 16 años en el poder y estará acompañada por su probable sucesor Olaf Scholz, en sus encuentros bilaterales.
El G20 dejará espacio para reuniones cara a cara, una oportunidad importante tras casi dos años de pandemia. Se espera un encuentro entre Biden y Merkel, pero el que generara más expectación es el que tendrá lugar entre el inquilino de la Casa Blanca y Macron, que intentan relanzar las relaciones bilaterales tras la crisis diplomática desatada por la venta de submarinos a Australia y un pacto defensivo en el área indo-pacífica a espaldas de París.
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