La prohibición de vender coches de combustión interna va muy en serio. Tan en serio que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha pedido a los principales países fabricantes del mundo que dejen de fabricar coches de combustión en 2035 para reducir las emisiones de CO2, uno de los principales gases de efecto invernadero y el mayor responsable del calentamiento global.
Lo ha dicho el actual secretario general de la ONU, António Guterres, durante la Segunda Conferencia Mundial de Transporte Sostenible que se está celebrando estos días en Pekín. Guterres ha instado ayer a los principales países fabricantes a “eliminar gradualmente la producción de vehículos con motor de combustión interna para 2035”, mientras que a los países en desarrollo les ha dado de plazo hasta 2040.
Eso supondría adelantarse cinco años a los planes que tiene el Gobierno de España para acabar con los coches de combustión en nuestro país. Según la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que fue aprobada en el Congreso de los Diputados el pasado 13 de mayo, en 2040 ya no se podrán comercializar coches nuevos que emitan CO2. Es decir, desde el 1 de enero de 2040 no se venderán vehículos nuevos de gasolina, diésel o híbridos.
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