El presidente de Perú, Pedro Castillo, anunció ayer que aceptó la renuncia de su primer ministro, Guido Bellido, y que en breve tomará juramento a un nuevo gabinete de ministros.
“He decidido tomar algunas decisiones en favor de la gobernabilidad”, enfatizó Castillo en un breve mensaje televisado en el que confirmó los rumores de la salida de Bellido, cuya permanencia en el cargo era cuestionada por la oposición política y gran parte de la ciudadanía.
Desde que asumió el cargo, el pasado 28 de julio, Bellido mantuvo una pugna constante con las fuerzas políticas opositoras, que dominan el Congreso y lo consideran un político de izquierda radical que generaba “inestabilidad” en el país.
En ese sentido, el mandatario agregó que “es momento de poner al Perú por encima de toda ideología y posición partidaria” y que “el equilibrio de poderes es el puente entre el Estado de derecho y la democracia”.
Castillo dijo que agradeció a Bellido “por sus servicios prestados”, y que el nuevo primer ministro y su gabinete jurarán a las 20 hora local (1.00 GMT del jueves).
Medios locales aseguran que el gobernante ofreció la presidencia del Consejo de Ministros a Mirtha Vásquez, una política de izquierda moderada que presidió el anterior Congreso.
Durante su mensaje, el mandatario aseguró que desde que asumió el Gobierno está “trabajando arduamente para cumplir con todos los compromisos” que asumió durante su campaña electoral y al inicio de su mandato. Ratificó, en ese sentido, “el compromiso del Perú con la inversión privada, remarcando la necesidad de que ésta opere sin corrupción, con responsabilidad social, priorizando la diversificación productiva nacional”.
“En mi compromiso por abordar prioritariamente los grandes problemas del país, como la salud, el hambre, la pobreza”, sostuvo.
Castillo también dijo que el Ejecutivo y el Congreso de su país deben “procurar tranquilidad y cohesión del Gobierno”, por lo que las prerrogativas constitucionales de la cuestión de confianza, como la interpelación y la censura de ministros, “no debería usarse para crear inestabilidad política”.
Aludió, de esa manera, a la amenaza que había hecho Bellido de presentar una cuestión de confianza si el Congreso intentaba censurar al ministro de Trabajo, Iber Maraví, quien la semana pasada fue interpelado por el pleno parlamentario por las denuncias periodísticas de que en su juventud tuvo vínculos con el grupo terrorista Sendero Luminoso.
Tras la salida de Bellido, medios locales señalaron que el gobernante hará cambios en carteras ministeriales que son ocupadas por representantes del partido Perú Libre, lo que, de concretarse, podrían implicar una ruptura con esa agrupación, también muy criticada en su país por sus posiciones de izquierda radical.
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