El Parlamento rumano aprobó ayer una moción de censura contra el gobierno liberal y abrió la vía a un periodo de inestabilidad política en plena cuarta ola del coronavirus.
La moción fue adoptada por 281 votos, es decir, mucho más que los 234 necesarios, informó la agencia de noticias AFP.
El primer ministro Florin Citu, un exbanquero de 49 años que llevaba en el cargo desde las elecciones de diciembre, se convirtió en los últimos meses en el enemigo de la derecha y de la izquierda.
Formando una inusual alianza, los diputados del USR (centro-derecha), que llegaron a formar parte de la coalición del Gobierno, del Partido Socialdemócrata (PSD, oposición) y del partido de ultraderecha AUR votaron unánimemente para destituir al Ejecutivo.
Los liberales (PNL, en el poder) boicotearon la votación y denunciaron una acción "irresponsable" por parte de las tres formaciones.
"¿Qué van a ganar sumiendo al país en el caos?", lanzó el primer ministro al comienzo de la sesión parlamentaria. Citu aseguró que el próximo Ejecutivo seguiría estando formado "en torno a los valores liberales" y abandonó el hemiciclo sin esperar al resultado de la votación.
Su gobierno continuará ejerciendo de forma interina hasta que el presidente Klaus Iohannis, de centro-derecha, nombre a un nuevo primer ministro.
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