Francia recibió a Blinken para limar asperezas
Buscan recuperar la relación bilateral tras la crisis de los submarinos.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se reunió ayer con el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, por primera vez después de la tensión bilateral a causa del acuerdo tripartito del Indo-Pacífico (Aukus).
Los dos funcionarios acordaron en el encuentro “la oportunidad de profundizar e intensificar la coordinación” bilateral, pero a la vez constataron que “queda mucho trabajo difícil para definir decisiones precisas”, informó la agencia de noticias AFP, que cita al Departamento de Estado.
La cancillería de Estados Unidos comunicó que Blinken arribó ayer a Francia, donde permanecerá hasta hoy. El objetivo de su visita es poner paños fríos sobre los tensos lazos entre Washington y París a causa de la alianza Aukus y destacar las medidas que permitirán recuperar la confianza entre los dos países.
Blinken también se reunió con su par francés, Jean-Yves Le Drian, con quien abordó diferentes áreas de cooperación y coordinación en la región del Indo-Pacífico y del Sahel (la zona biogeográfica del norte del continente africano). Los funcionarios también acordaron permanecer en estrecho contacto sobre Afganistán y discutieron la importancia de hacer que los talibanes cumplan sus compromisos.
Asimismo, afirmó que hablaron sobre el fortalecimiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), el apoyo de EEUU a la seguridad europea y a la crisis climática.
El 15 de septiembre, Estados Unidos, el Reino Unido y Australia anunciaron un nuevo pacto en materia de defensa con el nombre de Aukus, que busca defender los intereses de esos países en la región del Indo-Pacífico y cuya primera fase estipula la construcción de ocho submarinos de propulsión nuclear para la Armada australiana. Al día siguiente, el primer ministro australiano, Scott Morrison, anunció que Canberra rompía un contrato de submarinos, de casi 66.000 millones de dólares, firmado con la francesa Naval Group, decisión que París calificó como “puñalada por la espalda”.
El 17 de septiembre, la tensión diplomática se hizo patente y Francia llamó a consultas a sus embajadores en Estados Unidos y Australia, tras la decisión de Canberra de dar por terminado el contrato para la compra de submarinos a París y optar por otro con Washington y Londres. El 30 de septiembre, el embajador de Francia en Estados Unidos, Philippe Étienne, regresó a Washington después de casi dos semanas de ausencia, luego de la decisión de París de llamarlo a consultas por la disputa en torno al pacto.
Al día siguiente, el 1 de octubre, el embajador francés sostuvo una reunión con el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, para discutir las medidas de construcción de confianza.