El ministro de Economía, Martín Guzmán, planea asistir a la Reunión Anual que hacen el FMI y el Banco Mundial en Washington que se realizan generalmente cada dos años.
Está previsto un encuentro dentro de dos semanas entre la titular de la organización financiera y el funcionario. Para el Gobierno nacional Kristalina Georgieva, directora del FMI, tiene disposición para encontrar una fórmula que permita a la Argentina cerrar el acuerdo.
“Es la primera directora del FMI que se ha puesto el programa argentino bajo el brazo”, dice un miembro del equipo económico, una frase que sonó varias veces en las últimas décadas: los directores del FMI siempre son pro-autoridades, más que el staff que se juega su carrera y jubilación. El equipo económico admite que las negociaciones están en un punto muerto.
El resultado electoral, la incertidumbre sobre las decisiones que deberá tomar el oficialismo sobre variables que estarán arriba de la mesa en la discusión de un programa y el futuro de Kristalina Georgieva.
La titular del FMI atraviesa un momento delicado. Enfrenta una acusación de cuando fue jefa de Operaciones en el Banco Mundial. Fue señalada de haber sido la responsable de manipular un informe del BM (Doing Business) con la intención de favorecer a China.
Con este panorama de fondo el gobierno de Estados Unidos no le atendería los llamados, según la agencia Bloomberg.
El país anglosajon será crucial para determinar el futuro de Georgieva, ya que Washington tiene la mayor participación con derecho a voto en el Fondo Monetario Internacional. Estos son todos factores que no contribuyen para mostrar resultados pronto con el FMI. La llegada de Ilan Goldfajn, un economista brasileño ortodoxo, como reemplazante de Alejandro Werner, tampoco despierta entusiasmo cerca de Guzmán. Argentina solicitó, hace casi un año, un programa de facilidades extendidas con el organismo. Ese mecanismo permite al FMI refinanciar la deuda de Argentina, esto es, a cambio de cumplir ciertas metas (fiscales, monetarias y de balanza externa).
El país debe al organismo unos USD 47.000 millones que pidió prestado en la época de Mauricio Macri y tiene por delante afrontar los siguientes vencimientos: USD 389 millones (intereses) el mes que viene, USD 1.880 millones (capital) en diciembre, USD 726 millones (capital) en enero, USD 370 millones (intereses) en febrero y el primer gran plato fuerte, US$ 2.855 millones de capital en marzo. Son casi US$ 19.000 millones el año que viene.
El proyecto de Presupuesto 2022 da por descontado un acuerdo con el FMI y alerta que pagar la totalidad de lo comprometido en el acuerdo de 2018 “colocaría al Estado nacional en una grave situación.

SE REALIZARÁ EN WASHINGTON
Guzmán planea una reunión cumbre con la titular del FMI
El ministro de Economía de la Nación buscará encontrar una fórmula que permita cerrar un acuerdo con la organización financiera.
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