Con el Escudo de Chile en una placa de fondo, la académica afgana Zainab Momeny fue recibida en la mañana de ayer en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago, tras una travesía de más de tres semanas, la que se gestó por el llamado público de su hermana Zahra, estudiante de medicina en Chile, cuando el régimen Talibán ocupó Kabul, en Afganistán.
Se trató de una operación donde la cancillería argentina jugó un rol clave a través de su embajador en Pakistán, Leopoldo Sahores.
Todo comenzó la primera quincena de agosto cuando Zahra Habibi, aspirante a médico, contactó al rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, para pedirle ayuda en las gestiones para traer a su hermana Zainab quien, según explicó a Clarín en ese entonces, era académica y, además, estaba divorciada, por lo que su vida corría inminente peligro por las creencias del nuevo régimen afgano.
Vivaldi se contactó con el Canciller Andrés Allamand, quien tomó contacto directo con la estudiante y monitoreó toda la operación desde ese minuto. Los audios, mensajes escritos y videollamadas entre el ministro chileno y Zahra se multiplicaron: el Gobierno chileno oficialmente se propuso realizar una operación de rescate. El primer paso fue coordinado con una ONG llamada “Front Line Defenders”, los que articularon el escape.
VÍA ARGENTINA
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