Miami
El Movimiento Democracia del exilio cubano en Miami anunció ayer que denunciará ante Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA) las desapariciones de al menos medio millar de jóvenes en las protestas en Cuba, entre ellos Luis Carlos Núñez, de 25 años y quien padece de epilepsia. Ramón Saúl Sánchez, presidente de la organización, detalló que han recibido constantes llamadas de la isla de familias que desconocen el paradero de sus seres queridos, como también denunciando el reclutamiento forzoso de jóvenes para la revolución desde que estallaron las protestas el pasado 11 de julio.
“La idea es estimular a que la gente haga las denuncias porque hay miedo de personas preocupadas de que si denuncian le pase algo al ser querido que está perdido”, expresó.
En ese sentido, el activista Gus García indicó que se trata de un trabajo muy serio a cargo de abogados expertos para recolectar hasta ahora información de al menos medio millar de desaparecidos, en su gran mayoría menores de edad.
García precisó que aunque algunos nombres eventualmente se divulgarán con el permiso de sus familias, mantendrán la reserva de las identidades para evitar posibles represalias del régimen. La organización subrayó en una rueda de prensa que es necesario ponerle nombre y apellido a los desaparecidos y concretar las denuncias ante las comisiones de Derechos Humanos de los organismos internacionales.
Mientras, el Movimiento Democracia indicó que solicitarán a la Comisión de Derechos Humanos de la OEA que organice un viaje a Cuba para entrevistar a los detenidos. Sánchez dijo que también hay casos de jóvenes escondidos en sus casas por temor a ser detenidos, entre ellos uno malherido que está siendo atendido en su vivienda porque teme ir a un hospital.
Desesperación
Por otro lado, el reconocido líder del exilio cubano comentó que prepara una huelga de hambre en caso de que el Gobierno del presidente de EE UU, Joe Biden, no ponga en marcha de inmediato varias medidas para ayudar al pueblo cubano.
Asimismo, Sánchez subrayó que busca presionar al Gobierno de Biden para solicitar el fortalecimiento inmediato del servicio de internet en la isla y de la radio y televisión Martí para que llegue con mayor potencia a Cuba, lo mismo que el establecimiento de sanciones directas, “con nombre y apellido a los represores del régimen”. “Si el presidente no nos escucha, voy a hacer la huelga de hambre”, manifestó.
El activista disidente reclamó a EE UU que cualquier negocio de particulares con la isla beneficie directamente al pueblo y no al Gobierno de Miguel Díaz-Canel, mediante la aplicación de los principios de responsabilidad social empresarial. También lo instó a que regule de alguna manera el envío de paquetes y remesas, y las llamadas y los viajes a Cuba, de forma que los militares cubanos y el régimen en general no saquen el mayor provecho de esas transacciones, que son más costosas en la isla que en cualquier otra nación. “Que esa industria se investigue y se desmonte para que las transacciones sucedan al nivel normal como en cualquier otro país”, indicó.
En ese sentido, dijo que Biden “dio un buen paso” al señalar que las remesas deben llegar directamente a la población y no al régimen, pero que ahora hay que estudiar la manera de concretarlo.
“Vigilar a la dictadura”
De igual forma le pidió “vigilar que la dictadura no reciba refuerzos de Rusia a de China parar fortalecerse militarmente y además convocar a una coalición internacional de solidaridad con el pueblo de Cuba”.
“Nuestro pueblo está siendo desangrado y no es suficiente traernos medidas que no reflejan la urgencia que tiene el momento, porque si no van a aplastar a la sociedad civil y a los opositores”, se lamentó. Las protestas del domingo 11 de julio se produjeron con la isla caribeña sumida en una grave crisis económica y sanitaria.
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