Cuba vuelve poco a poco a la normalidad tras la conmoción política provocada por las protestas del pasado domingo en La Habana y varias ciudades del país. El control de las calles por la policía y grupos afines al Gobierno continúa, pero la vida vuelve a ser lo que era, con la gente haciendo colas en las tiendas para adquirir productos de primera necesidad, desabastecimiento en los comercios y apagones programados en diversas localidades.
Los cortes de electricidad se fueron reduciendo, mientras que la pandemia de coronavirus alcanza su pico de contagios y muertes -ayer se batió un nuevo récord de decesos, 67 en un solo día, y 6.479 casos positivos-.
Los principales dirigentes del Gobierno comparecieron otra vez en televisión y anunciaron que, desde ya, se permitirá “de forma excepcional” y hasta fin de año la importación libre de aranceles de alimentos y medicinas a los viajeros que ingresen a la isla.
CRISIS
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