Más de 8.000 bosnios musulmanes fueron asesinados en 1995 en Srebrenica, ciudad símbolo de la política de “limpieza étnica” de las fuerzas serbias de Bosnia y por la cual la justicia internacional confirmó en apelación la sentencia al exjefe militar Ratko Mladic.
Mladic ya fue condenado en 2017 a prisión de por vida por genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, sentencia ratificada ayer de forma definitiva. La masacre de Srebrenica, la peor en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, marcó un antes y un después en la guerra en Bosnia, que opuso a bosnios, serbios y croatas entre 1992 y 1995. El conflicto dejó más de 100 mil muertos y 2,2 millones de refugiados y desplazados.
Desde el principio del conflicto en Bosnia, en abril de 1992, las fuerzas armadas serbias asedian Srebrenica, una ciudad de mayoría musulmana en Bosnia oriental, a 15 km de Serbia. En abril de 1993, en un último intento para evitar la caída de la ciudad, la ONU declara como “zona de seguridad” un enclave de 148 km2 y despliega allí Cascos Azules encargados de asegurar la protección. Pero el 11 de julio de 1995, Srebrenica cae en manos de las tropas del general Ratko Mladic, el jefe militar de los serbios de Bosnia, partidario, como su alter ego político Radovan Karadzic, de una “República Serbia” étnicamente pura.
EL “CARNICERO DE LOS BALCANES”
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