En la apertura del VIII Congreso del Partido Comunista (PCC) de Cuba, el primer secretario de la fuerza política Raúl Castro se despidió ayer de la conducción del país y expresó “confianza en el futuro” y anunció que el partido tiene “voluntad de desarrollar un diálogo respetuoso” con Estados Unidos.
A los 89 años, Castro se dirigió por última a los delegados del PCC para dar su informe central en el primero de tres del congreso que marca una de las citas políticas más importantes del año en la isla y que este año cerrará un gradual proceso de renovación de la dirigencia de la fuerza que comenzó hace ya años.
“Concluye mi tarea como primer secretario con la satisfacción de haber cumplido y con la confianza en el futuro de la patria, con la meditada convicción de no aceptar propuestas para mantenerme en los órganos superiores de la organización partidista”, aseguró el hermano menor del histórico líder de la Revolución Cubana, el ya fallecido Fidel Castro.
En medio de aplausos de los 300 delegados que lo escuchaban en el Congreso, Castro destacó que nada lo obligó a tomar esta decisión y eligió irse con una definición, clave en este momento internacional.
“Ratifico desde este congreso del partido la voluntad de desarrollar un diálogo respetuoso y edificar un nuevo tipo de relación con los Estados Unidos”, sin renunciar “a los principios de la revolución y el socialismo”, anunció, apenas unos meses después de la asunción en Washington del demócrata Joe Biden.
Castro había supervisado el proceso de descongelamiento de las relaciones bilaterales junto con el entonces presidente Barack Obama en 2015. Sin embargo, su sucesor, el republicano Donald Trump, dio marcha atrás con todas las medidas y hoy la duda es si Biden impulsará un nuevo acercamiento.
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