En lugar de dar la espalda al requerimiento del Tribunal Penal Internacional (TPI), Israel respondió que rechaza cooperar en la investigación de crímenes de guerra en Palestina abierta por los jueces de La Haya. El Gobierno en funciones de Benjamín Netanyahu insiste en que niega la jurisdicción de la TPI sobre el Estado de Israel, que no es signatario del Estatuto de Roma, el tratado que lo creó en 2002, pero la contestación al escrito de petición de información de la fiscal Fatou Bensouda implica un reconocimiento de hecho del proceso emprendido hace un mes por el tribunal.
Al apurar hasta el último momento -el plazo para la contestación expiraba este viernes-, Israel había sembrado dudas sobre su relación con el TPI. La investigación penal de La Haya -que puede desembocar en órdenes de arresto internacionales de altos cargos y jefes militares, y en un revés para la imagen exterior del Estado judío-, es uno de los pocos asuntos que genera consenso entre la clase política israelí, polarizada tras cuatro elecciones con resultados no concluyentes en los dos últimos años. Netanyahu reunió el jueves a rivales en las urnas, como el ministro de Defensa en funciones, Benny Gantz, y en los tribunales, como el fiscal general, Avichai Mandelblit, quien presentó la acusación.
PALESTINA. GUERRA
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