El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, negó ayer que se haya reunido evidencia de un fraude electoral en las presidenciales del 3 de noviembre que invalide la victoria del demócrata Joe Biden, contrariamente a lo que afirma el presidente republicano Donald Trump.
“Hasta la fecha no hemos visto fraudes a una escala que pudiera haber tenido un resultado diferente en las elecciones”, dijo Barr, un aliado de Trump que antes de las elecciones se hizo eco de las afirmaciones del mandatario acerca de que la votación por correo no era segura.
En una entrevista con la agencia de noticias local AP, replicada por varios medios, Barr dijo que tanto el Departamento de Justicia como el Departamento de Seguridad Nacional han investigado las denuncias de fraude y no han llegado a nada. Poco después de que se publicara la declaración de Barr, Trump tuiteó más afirmaciones infundadas de fraude electoral. Y su abogado, Rudy Giuliani, y su campaña emitieron una declaración mordaz afirmando que, “con el debido respeto al Fiscal General, no ha habido nada parecido” a una investigación.
Poco después de la publicación de la entrevista, Barr fue visto en la Casa Blanca, donde tenía una reunión programada previamente, aunque muchos analistas especulaban que podría dejar el gobierno.
Barr hizo estas declaraciones mientras la campaña de Trump persiste en tratar de demostrar que hubo una votación fraudulenta en estados clave para el triunfo de Biden, como Georgia, Michigan y Pensilvania, con la esperanza de evitar que la victoria del demócrata se oficialice en el Colegio Electoral el 14 de diciembre.
Trump, quien se niega a admitir su derrota, criticó el domingo al Departamento de Justicia y al FBI (policía federal) por no ayudarlo a demostrar un fraude.

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