Europea enfrenta una segunda ola de contagios de coronavirus que amenaza con volver a generar restricciones de circulación, confinamientos y aislamientos preventivos para evitar que la pandemia provoque los mismos estragos que a principios de año.
En ese contexto, el Gobierno italiano informó 2.844 nuevos casos de coronavirus, el mayor número diario en más de cinco meses, mientras que entró en vigencia la ordenanza que obliga el uso de barbijo o tapaboca al aire libre en la capital Roma.
El ministerio de Salud informó la cifra, la más alta desde los 3.021 registrados el 24 de abril, en medio de una constante subida de los positivos diarios que el Gobierno, por el momento, ratifica tener bajo control. Al mismo tiempo, las autoridades informaron 27 víctimas, que elevan el total desde el inicio de la pandemia a 35.968.
Paso atrás en España
En España, ante el avance del virus, los madrileños quedaron el viernes bajo fuertes restricciones de movilidad, unas medidas resistidas por las autoridades locales y de difícil aplicación en una hormigueante conurbación de más de 4,5 millones de personas.
El confinamiento perimetral a la capital y nueve localidades vecinas, epicentro de la pandemia en España, comenzó por un período inicial de catorce días, pudiendo ser prorrogado” en función de la evolución epidemiológica, señaló el boletín oficial de Madrid, que adoptó una orden del ministerio de Sanidad.
Las restricciones significan que los vecinos solo podrán salir de su municipio en determinados casos, como ir a trabajar o estudiar, ir al médico y atender a personas dependientes. En cualquier caso podrán moverse libremente dentro de sus municipios y no se verán confinados en sus casas, como ocurrió en primavera en toda España.
Francia se cierra
Por su parte, en Francia, la capital París y su periferia, un territorio donde viven casi 7 millones de personas, han "superado los tres umbrales que corresponden a la zona de alerta máxima", señalaron las autoridades en conferencia de prensa. Si se mantiene esa tendencia, "no tendríamos más remedio que poner a París y los suburbios en alerta máxima a partir del lunes", agregaron.
Estar en fase de alerta máxima implica el cierre total de bares y restaurantes y de todos los establecimientos que reciben público salvo si se aplica un protocolo sanitario estricto. Por ese mismo motivo, lugares culturales como teatros, museos y cines están exentos porque respetan la normativa.
Además de París, otras cinco ciudades -Lille, Lyon, Grenoble, Toulouse y Saint-Etienne - también podrían ser puestas en alerta máxima la próxima semana. Según las autoridades de salud, el número de contagios por cada 100.000 habitantes en París aumentó a 259, por encima del umbral de alerta de 250.
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