Tras un debate marcado por la tensión, los gritos y las acusaciones cruzadas, el Parlamento británico votó ayer a favor de avanzar con un polémico proyecto de ley que anula parte del acuerdo del Brexit y complica al máximo la posibilidad de alcanzar un tratado de libre comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE).
Por 340 votos contra 263, la Cámara de los Comunes aprobó en segunda lectura el proyecto de mercado interno del Gobierno, que ahora deberá volver a comisión antes de recibir una tercera y última aprobación -casi una formalidad- en el plenario.
Una vez que se cumpla este procedimiento, pasará a la Cámara de los Lores, donde será votada de manera definitiva.
La aprobación en la Cámara alta, donde el debate suele ser más técnico que partidario, aún es incierta. El exlíder del oficialismo Lord Howard of Lympne advirtió que le "sorprendería" que sus pares aprueben el proyecto de ley. El proyecto de mercado interno, impulsado por el primer ministro Boris Johnson, se enfrenta a duras críticas dentro y fuera del Parlamento y de todo el arco político, incluidos cinco exprimeros ministros del oficialismo y la oposición, fervientes defensores del Brexit de su partido y toda la oposición, sin fracturas y con discursos especialmente encendidos.
El Reino Unido salió de la UE el 1 de enero pasado en virtud de un Acuerdo de Retirada firmado con Bruselas y ratificado por el Parlamento británico, pero ambas partes se dieron un periodo de gracia de 11 meses a partir del 31 de enero para tratar de alcanzar un pacto que regule el comercio bilateral.
GRAN BRETAÑA
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