El clima social en la localidad estadounidense de Kenosha alcanzó su máxima tensión ayer luego de que un joven blanco matara, aparentemente, a dos personas en una protesta por un nuevo caso de racismo que causó indignación y furia en el país.
Además de las dos fallecidas, otra persona resultó herida, durante la marcha antirracista, al ser alcanzada por disparos ejecutados aparentemente por un hombre blanco que fue filmado con celulares mientras abría fuego con un rifle semiautomático en el medio de la calle, y que fue arrestado horas más tarde.
El tiroteo se registró poco antes de la medianoche de ayer, durante una tercera noche de protestas por el acribillamiento por parte de la policía de un afroamericano de 29 años, Jacob Blake, quien no volverá a caminar a causa de las heridas recibidas.
“Acabo de matar a alguien”, se escucha decir al joven blanco, identificado como Kyle Rittenhouse, de 17 años, que fue grabado en video disparando el rifle.
Las autoridades arrestaron ayer al sospechoso en el estado vecino de Illinois, cuando aparentemente estaba huyendo de las autoridades, y quedó imputado por homicidio en primer grado.
El jefe policial del condado de Kenosha, David Beth, dijo que una de las víctimas fatales recibió un tiro en la cabeza y otra en el pecho. Agregó que no sabía cuándo fue baleada la otra persona, pero que creía que sus heridas no ponían en riesgo su vida.
Según testigos e imágenes de video, la policía al parecer dejó que el joven que había disparado pasara por delante de ellos con el rifle al hombro y no lo detuvo pese a que la gente le pedía a gritos que lo arrestara porque había tirado contra manifestantes.
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