Estados Unidos anunció ayer que retirará unos 12.000 soldados de Alemania, mientras el presidente Donald Trump calificó a su aliado en la Otan de “delincuente”, una decisión que fue cuestionada por demócratas y republicanos, que creen que debilitará la posición ante Rusia.
El mandatario republicano responsabilizó del súbito cambio a la “incapacidad” alemana para cumplir con los objetivos de la Otan, mientras el secretario de Defensa, Mark Esper, argumentó que el movimiento de las tropas forma parte de una estrategia para disuadir a Rusia.
Esper precisó que cerca de 6.400 soldados volverán a Estados Unidos y otros 5.600 se repartirán, inicialmente, entre Italia y Bélgica.
La medida de retirar las fuerzas de Alemania era un objetivo de larga data de Trump de regresar más efectivos al país luego de los esfuerzos para reducir el número de tropas desplegadas en Afganistán.
El secretario, que admitió que la decisión fue “acelerada” por la orden de Trump, aseguró que los movimientos promueven objetivos estratégicos más grandes como, por ejemplo, desplazar fuerzas más al este, hacia las regiones de los mares Negro y Báltico, lo que tranquilizará a los aliados europeos, y disuadir la intervención rusa luego de la anexión en 2014 de la península de Crimea.
Sin embargo, Trump criticó ayer a Alemania por no cumplir el objetivo establecido en 2014 para que los miembros de la Otan detuvieran los recortes presupuestarios y avanzaran hacia el gasto en defensa de al menos 2% del producto bruto interno (PBI) para 2024.
Según la visión de Trump, Alemania es inútil en la contribución a la defensa de Europa.
“Se aprovecharon de nosotros durante muchos años”, dijo el mandatario.

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