En un sorprendente e inesperado giro, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, eligió Estados Unidos para su única visita al extranjero desde que ascendió al cargo en diciembre de 2018.
Su llegada a Washington este miércoles, en plena pandemia, está rodeada de polémica, porque en principio iba a ser una celebración trilateral de la entrada en vigor del nuevo tratado de libre comercio con el canadiense Justin Trudeau, quien rehusó la invitación, y porque en la agenda acordada con la Casa Blanca no figura, de momento, una conferencia de prensa conjunta como suele ser habitual en este tipo de visitas.
Los demócratas, de hecho, tomaron la insólita decisión de pedirle al presidente estadounidense que no reciba al mexicano, algo sin precedentes. Lo hicieron a través del influyente Caucus Hispano del Congreso, donde están representados los principales latinos del Capitolio.
Según dicen en una carta enviada a la Casa Blanca, la decisión de Trump de ofrecer y de López Obrador de aceptar “una bilateral cuando el Congreso está en receso y cuando los diputados están en sus distritos para abordar las necesidades de las comunidades que han sido golpeadas por esta pandemia es un intento descarado de politizar las relaciones entre EE.UU. y México. Le recomendamos encarecidamente que cancele esta reunión”, le dicen a Trump.
BILATERAL
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