El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, nombró ayer a Rolando Alexandre de Souza para dirigir la policía federal, tras la decisión del máximo tribunal del país de bloquear la designación en el cargo de un amigo de su familia.
El nuevo nombramiento mostró que Bolsonaro actuó rápidamente para poner a un hombre de confianza en el principal cargo policial, a medida que crecen las investigaciones en su contra y su popularidad se ve erosionada en medio de las críticas por su manejo de la pandemia.
El diario oficial del gobierno informó que Bolsonaro nombró como jefe de la policía federal a De Souza, quien fue asistente cercano de Alexandre Ramagem, la persona que el mandatario había escogido originalmente para el cargo, en la agencia de inteligencia de Brasil Abin.
Bolsonaro se vio obligado a dar marcha atrás la semana pasada tras elegir a Ramagem, debido a acusaciones del exministro de Justicia Sergio Moro de que el nombramiento del amigo de sus hijos permitiría una influencia inapropiada sobre el cuerpo de seguridad.
Moro, figura popular en los esfuerzos anticorrupción en Brasil, testificó ante los fiscales y la policía el sábado como parte de una investigación autorizada por el Supremo Tribunal Federal. Su evidencia contra Bolsonaro incluyó grabaciones de conversaciones con el presidente, dijo a Reuters una persona con conocimiento de su declaración.
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