Los “caucus” (asambleas vecinales) de Iowa -que ofician como primarias- inauguran hoy el proceso de primarias de Estados Unidos, en el que los votantes demócratas tendrán que decidir a quién proponen como candidato para enfrentarse al presidente Donald Trump en las elecciones generales del 3 de noviembre.
Iowa, un océano de maizales en el medio oeste de EE UU., es crucial por ser el primero en el calendario, lo que le otorga un poder descomunal para encumbrar o hundir candidatos.
Se trata de un “juego de expectativas” en el que periodistas, políticos y asesores hacen sus apuestas, explica a la prensa John J. Zogby, un reconocido experto en opinión pública.
“Iowa es el estado que tiene la llave. Iowa pone las cosas sobre la mesa. Históricamente ha sido una parte extremadamente importante del proceso presidencial”.
Oráculo y trampolín
Las expectativas están tan altas porque a Iowa se le atribuye el poder de predecir quién llegará a la Casa Blanca.
En las últimas dos décadas, el elegido por Iowa se ha convertido en el nominado demócrata: Al Gore, que acabó perdiendo frente a George W. Bush en 2000; John Kerry, que también fue derrotado por Bush en 2004; Barack Obama, que ganó la Presidencia en 2008; y Hillary Clinton, que sufrió una dolorosa derrota frente a Trump en 2016.
La prueba más reciente del poder de Iowa fue la victoria en 2008 de Obama, quien después de ganar a Clinton dejó de ser un senador desconocido y se convirtió en un candidato viable.
Después de Iowa, el 11 de febrero, le llegará el turno a New Hampshire, un estado del noreste de EE.UU. que se enorgullece de ser el primero en celebrar auténticas primarias, es decir, elecciones en las que los ciudadanos utilizan urnas y computadoras para votar.
Lo que hay en Iowa son asambleas en las que los vecinos, reunidos en gimnasios, escuelas, restaurantes e incluso domicilios particulares, debaten y deciden qué candidato es su favorito.
Después de New Hampshire, habrá un momento de reflexión y es posible que muchos candidatos abandonen la carrera presidencial. Actualmente, hay 12 pretendientes con el ex vicepresidente Joe Biden a la cabeza con el 26,5 por ciento del voto a nivel nacional, seguido de los senadores Bernie Sanders (21,4 por ciento) y Elizabeth Warren (15 por ciento), según un promedio de encuestas de la web FiveThirtyEight.
Sanders y Biden encabezan, en ese orden, la intención de voto en Iowa; con el ex alcalde Pete Buttigieg y Warren como tercera y cuarta opción.
Pero los últimos sondeos han estado ajustados, y el panorama se ha vuelto aún más incierto con la decisión el último sábado del diario Des Moines Register y la cadena CNN de cancelar debido a un error de metodología la publicación de una encuesta que en los últimos años se consideró todo un oráculo.
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