Áñez se proclamó presidenta de Bolivia y Evo advirtió desde México que la lucha continúa
La titular de la Cámara Alta explicó que el viaje del mandatario y de su vicepresidente constituye un abandono, “lo que obliga a aplicar la sucesión presidencial”.
Seis horas después de que Evo Morales iniciara su asilo en México con la promesa de mantenerse firme en la lucha política, su adversaria Jeanine Áñez se proclamó ayer presidenta de Bolivia en una sesión legislativa sin quórum, en la que prometió tomar las medidas necesarias para “pacificar el país”. Áñez, de la Unidad Demócrata, mencionó varios artículos de la Constitución y de los reglamentos parlamentarios que, a su parecer, forman el andamiaje jurídico que la habilita para asumir la jefatura del Estado.
Áñez era hasta ayer la vicepresidenta segunda del Senado, pero quedó primera en la línea de sucesión después de las renuncias de Morales, del vicepresidente Álvaro García Linera, y de las demás autoridades de las cámaras legislativas.
En la primera de sus dos apariciones públicas en pocos minutos, la legisladora dijo que asumía la presidencia del Senado con el aval de un artículo reglamentario y luego, en otro recinto, anunció que pasaba a ocupar la jefatura del Estado por la “vacancia” que crearon las renuncias y el abandono del país de Morales y García Linera.
“Asumo de inmediato la presidencia del Estado y prometo tomar medidas para pacificar el país", dijo Áñez, de quien se espera que conduzca un proceso de transición hacia nuevas elecciones.
Sostuvo que Morales y García Linera “abandonaron el territorio” boliviano y lograron asilo político en México, lo cual fuerza a “activar la sucesión presidencial para resguardar la vida, integridad física de los bolivianos y garantizar el orden publico”.
Estas presentaciones se sucedieron después de que la Central Obrera Boliviana (COB) diera a la clase política un plazo de 24 horas para que resolviera la acefalía, bajo amenaza de declarar una huelga por tiempo indefinido y una movilización a La Paz.
“La COB se dirige a los líderes políticos y cívicos que han ocasionado todo este caos, división Y dolor en el pueblo boliviano; les damos 24 horas para restablecer el orden constitucional, la paz social y la unidad del pueblo boliviano y evitar más derramamiento de sangre, llanto, luto y violencia”, dijo el líder de la central obrera, Juan Carlos Huarachi.
Otro de los escenarios en los que se centró ayer la atención de los bolivianos fue México, adonde apenas llegó como asilado Morales agradeció al presidente Andrés López Obrador por haberle “salvado la vida”.
“Este golpe de Estado ni los atentados contra mi vida me harán cambiar de ideología. Seremos siempre antiimperialistas. Esta es una lección más para aprender y fortalecer las luchas por soberanía, inclusión, dignidad y libertad con identidad de los pueblos en Bolivia y el mundo”, apuntó.
“Mientras tenga vida seguiremos en la política; sigue la lucha y estamos seguros de que los pueblos del mundo tienen todo el derecho de liberarse”, añadió.
Un tercer punto de observación estuvo en las calles de la capital boliviana, por cuyas calles céntricas avanzó una multitudinaria manifestación llegada desde El Alto, para pedir por la reivindicación de los símbolos indígenas, a los que consideran ofendidos después de la renuncia forzada de Morales.
Morales criticó ayer a la senadora Áñez por ponerse al frente del Poder Ejecutivo sin contar con el respaldo de la mayoría de los integrantes de la Asamblea Legislativa. “Se ha consumado el golpe más artero y nefasto de la historia. Una senadora de derecha golpista se autoproclama presidenta del senado y luego presidenta interina de Bolivia sin quórum legislativo, rodeada de un grupo de cómplices y apañada por FFAA y Policía que reprimen al pueblo”, manifestó.