Los bombardeos podían escucharse ayer en la frontera entre Siria y Turquía pese al alto al fuego de cinco días acordado entre Ankara y Washington, mientras que Estados Unidos dijo que el acuerdo cubre sólo una pequeña parte del territorio que los turcos pretenden capturar.
La tregua, anunciada en la víspera por el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, tras reunirse en Ankara con el presidente turco, Tayyip Erdogan, instauraba una pausa de cinco días para permitir la retirada de la milicia SDF -liderada por los kurdos- de una zona controlada por fuerzas turcas.
El SDF dijo que los ataques aéreos y con artillería siguieron golpeando a sus posiciones, así como a objetivos civiles en Ras al Ain: “Turquía está violando el acuerdo de alto el fuego al continuar el ataque en la aldea desde la pasada noche”, dijo el portavoz del SDF Mustafa Bali.
Turquía calificó el anuncio como una victoria total de su campaña para controlar una franja de territorio fronterizo de cientos de kilómetros de longitud y más de 30 kilómetros.
TURQUÍA NO CESA EL FUEGO
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