Patrick Crusius, quien el fin de semana asesinó a 22 personas indefensas en una tienda de El Paso (Texas), confesó al momento de ser detenido por la Policía que su objetivo era matar a mexicanos.
El informe se basa en un escrito del detective Adrián García, quien afirma que cuando el asesino estaba bajo custodia policial reconoció que “una vez que llegó a la tienda abrió fuego usando un (rifle de asalto) AK-47 y disparando a múltiples víctimas inocentes”.
Esa confesión permitió a las autoridades ensayar una reconstrucción de los hechos que conmovieron a todo Estados Unidos y a gran parte del planeta.
Crusius dijo a la Policía que fue él quien abrió fuego contra una multitud en un centro comercial Walmart de la ciudad fronteriza de El Paso al que suelen acudir a comprar muchos ciudadanos mexicanos.
Añadió que condujo casi diez horas -desde Allen hasta El Paso- para cometer la matanza en ese supermercado, luego de publicar en internet un manifiesto en el que aseguró que su ataque debía ser considerado como una “respuesta a la invasión hispana de Texas”.
Crusius se encontraba dentro de su vehículo cerca del Walmart cuando fue detenido tras la matanza.
Salió de su auto con las manos en alto y se identificó con la Policía: “Yo soy el autor del tiroteo”, dijo.
De los 22 fallecidos en el tiroteo, ocho eran ciudadanos mexicanos. El canciller de México, Marcelo Ebrard, afirmó que está estudiando pedir a Estados Unidos la extradición del acusado.
Las autoridades están investigando el más mortífero ataque a la comunidad latina en la historia moderna de Estados Unidos como un ataque terrorista doméstico y están evaluando tratar el caso como un posible delito de odio. Muchas de las víctimas tenían apellido latino y ocho eran mexicanos.
La frontera que une a El Paso (83% de hispanos) y la mexicana Ciudad Juárez es considerada una única entidad metropolitana, binacional y bilingüe, de casi tres millones de habitantes.
La masacre -que ocurrió horas antes de otro tiroteo en Dayton (Ohio), donde murieron nueve- ha abierto un debate sobre la retórica divisoria del presidente Donald Trump.
Sus detractores le recriminan tildar constantemente a los inmigrantes que cruzan la frontera mexicana de criminales y hablar de una “invasión”.
Algunos precandidatos demócratas incluso han llegado a afirmar que el republicano es un supremacista blanco. Pero Trump no se da por aludido. “Creo que mi retórica une a la gente”, dijo el jueves en la mañana, antes de visitar El Paso, donde no se dejó ver por las calles.
ESTADOS UNIDOS
Tirador de El Paso confesó que su objetivo eran los mexicanos
Patrick Crusius aseguró que su ataque debía ser considerado como una “respuesta a la invasión hispana de Texas”.
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