El presidente de México, Andrés López Obrador, defendió ayer una ley que prohíbe los bloqueos de calles y rutas en el estado sureño Tabasco y afirmó que esa norma no restringe el derecho a protestar de los ciudadanos.
“Tengo el informe de que no se afectan los derechos humanos y no se limitan las libertades de los ciudadanos”, dijo el mandatario. López Obrador advirtió que se deben garantizar “el derecho a disentir, a la manifestación y las libertades” de los ciudadanos, pero subrayó que en Tabasco -su estado natal- había “extorsiones y corrupción, y era necesario poner orden”.
La legislatura de Tabasco aprobó anteayer -con los votos del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el partido izquierdista de López Obrador- la llamada “ley garrote”, una reforma del código penal local.
La norma establece entre seis y 13 años de prisión a “quien extorsione, coercione, intente imponer o imponga cuotas e impida total o parcialmente el libre tránsito de personas y vehículos” en “las vías y medios de comunicación de jurisdicción local”.
EN EL ESTADO DE TABASCO
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