Un ministro francés renunció ayer ante denuncias de que lleva un estilo de vida lujoso a expensas de los contribuyentes.
El ministro de Ecología, François de Rugy, dijo en su página de Facebook que presentó su renuncia al primer ministro Edouard Philippe “para defenderme”.
Según trascendidos, cuando él fue presidente de la cámara baja, recibía a sus amistades con cenas suntuosas y que tras asumir como ministro gastó 60.000 euros para amueblar su apartamento, proporcionado por el gobierno.
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