Aliados históricos, Estados Unidos y Gran Bretaña enfrentan ahora un sorpresivo cortocircuito diplomático por una filtración. El presidente Donald Trump dijo que no tendrá más contacto con el embajador británico en Washington, Kim Darroch, después de la filtración a la prensa de cables diplomáticos en los que el emisario habría calificado a su gobierno como “torpe”, “inepto” y “excepcionalmente disfuncional”.
“Yo no conozco al embajador, pero él no es querido ni bien visto en los Estados Unidos. Ya no tendremos contacto con él”, publicó el presidente norteamericano en Twitter, luego de que el dominical británico The Maily on Sunday publicara las decenas de correos y telegramas que Darroch envío al gobierno de Theresa May desde 2017, en los cuales describía con dureza las falencias de la administración Trump, entre ellas, las divisiones internas de la Casa Blanca, la relación de Estados Unidos con Irán, las “inseguridades” del líder estadounidense y su reciente visita a Gran Bretaña.
“No estimamos que esta administración llegue a ser en algún momento más normal, menos disfuncional, menos impredecible, menos desgarrada internamente, menos desastrosa e inepta”, decía el embajador en uno de sus cables.
La cancillería británica no respondió sobre la veracidad de los documentos filtrados, pero sí emitió un comunicado para explicar que la opinión pública de Gran Bretaña espera “que los embajadores proporcionen a los ministros una evaluación honesta y sin adornos de la política de los países en los que se encuentran”.
“Sus puntos de vista no son necesariamente los de los ministros o los del gobierno. Pero les pagamos para que sean francos, tal y como lo sería el embajador de Estados Unidos aquí”, agregó el texto.
Los cables filtrados se producen en un momento delicado en la política británica, mientras el Partido Conservador elige a un nuevo primer ministro que sucederá a Theresa May, quien fue destituida por sus propios compañeros de partido en el Parlamento por no hacer cumplir el voto de 2016 de los británicos a favor de abandonar la Unión Europea.
Por lo tanto, las filtraciones de los mensajes del embajador no solo podrían interponerse ante los intentos de Gran Bretaña de asegurar un acuerdo comercial con los Estados Unidos posterior al Brexit, programado para el 31 de octubre, sino que generaron alarma entre los ministros británicos ante la idea de que comunicaciones internas tan delicadas hayan podido ser filtradas y salir a la luz, posiblemente para fines políticos.
Como respuesta, las autoridades británicas abrieron ayer una investigación oficial para hallar al responsable de las filtraciones. “Tenemos que descubrir cómo pudo pasar esto, al menos devolver la confianza a nuestros equipos en todo el mundo para que continúen dándonos evaluaciones sinceras”, dijo el canciller Jeremy Hunt.
TRUMP ADVIRTIÓ QUE NO TRATARÁ CON KIM DARROCH
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El presidente estadounidense publicó tuits contra el embajador. Y el canciller del Reino Unido defendió a su hombre en Washington.
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