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Trump aplica medidas que generan más fricción en la relación con China.
FUERTE PRESIÓN DE TRUMP

China dice que no colapsó la negociación con EE.UU.

El presidente norteamericano subió los aranceles para los productos que llegan del país oriental.

El principal negociador chino en Washington aseguró que las negociaciones comerciales con Estados Unidos no han colapsado pese al aumento de los aranceles a las importaciones provenientes de su país y se mostró optimista al asegurar que la falta de acuerdo es "solo un contratiempo".
"Somos cautelosamente optimistas acerca del futuro", afirmó el viceprimer ministro chino Liu He, en una entrevista brindada a la televisión pública china en la que describió las últimas reuniones en la capital estadounidense como "francas y constructivas".
Sin embargo, aclaró que para conseguir un acuerdo será necesario que la administración Trump ponga fin a las tarifas punitivas que impuso a los productos chinos por 200.000 millones de dólares. Agregó que resta resolver algunas cuestiones cruciales relacionadas con sus principios, algo con lo que no piensan ceder ni un ápice. 
"No haremos concesiones en cuestiones de principio", sostuvo Lui, y explicó que "la opinión de China es que los aranceles son el punto de partida de la fricción comercial y deben ser eliminados totalmente si se llega a un acuerdo.
Estados Unidos aumentó del 10% al 25% los aranceles sobre productos chinos por un valor de 200.000 millones de dólares y reveló que están preparando una ampliación para retener un total de 300.000 millones de dólares para productos que no pagan tasas de importación. La cifra alcanza prácticamente a todas las importaciones de China.
¿Una forma fácil de evitar los aranceles?, se preguntó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Twiiter. "Haga o produzca sus bienes y productos en el viejo y bueno Estados Unidos. Es muy simple", propuso, irónico, el mandatario. 
Trump, ha ido detrás de China desde el primer día de su campaña electoral, con la promesa a los estadounidenses de "recuperar los empleos de China, México, Japón y tantos otros lugares".
Sus opiniones sobre el comercio lo ayudaron a conseguir la victoria en estados como Pensilvania, Michigan Wisconsin y Ohio, donde vinculó la pérdida de empleos con los acuerdos de libre comercio y prometió desvincularse del Acuerdo Transpacífico que, por entonces, era negociado por su antecesor, Barack Obama. 
Además de su promesa de destruir los acuerdos comerciales, dejó en clara su postura de que la globalización estaba perjudicando al país y anticipó que usaría los aranceles para proteger los productos nacionales.
Otra de sus promesas fue la de ir detrás de China por su "robo de secretos comerciales estadounidenses".
Pero la arremetida de Trump contra sus socios comerciales terminó por afectar a los productores locales que sufrieron el impacto de la respuesta, algo que analistas estadounidenses vaticinan que la Casa Blanca podría resolver otorgando subsidios.

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