El ciberactivista australiano Julian Assange confirmó ayer a un tribunal británico que se opondrá legalmente a ser entregado a Estados Unidos para ser juzgado por las filtraciones de su portal WikiLeaks, al inicio de un proceso de extradición que según el juez durará “muchos meses”.
Durante una audiencia para saber si daba su consentimiento al pedido de extradición, el ciberactivista dijo que no deseaba ser entregado “por haber hecho un periodismo que ha ganado muchos premios y ha protegido a muchas personas”.
Assange compareció por videoconferencia ante la Corte de Magistrados de Westminster desde una prisión de Londres donde cumple 50 semanas de cárcel por violar su libertad condicional en el Reino Unido en 2012 para refugiarse en la embajada de Ecuador, según una sentencia conocida el miércoles.
“La batalla comienza realmente hoy”, declaró el actual director de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, que calificó la sentencia como “un escándalo”.
ESTÁ CONDENADO POR VIOLAR LA LIBERTAD CONDICIONAL
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