Un sacerdote que es bombero rescató la corona de espinas
El incendio que destruyó parte de la emblemática catedral de Notre Dame de París amenazó también con devastar algunas de las reliquias más importantes del edificio, como la corona de espinas, el Santísimo Sacramento y la túnica de San Luis.
Pero afortunadamente, todas ellas pudieron ser salvadas de las llamas.
En esa operación para salvar las reliquias fue crucial la actuación de Jean-Marc Fournier, capellán del Cuerpo de Bomberos de París, que se metió en el edificio en llamas junto a un equipo de bomberos para poner a salvo el Santísimo Sacramento y la corona de espinas. El religioso es ya considerado un héroe por muchos, ya que su actuación fue clave para salvar esos objetos de un valor incalculable.
El sacerdote francés que ayudó a los heridos en el ataque terrorista al teatro Bataclán en París en noviembre de 2015 y que sobrevivió a una emboscada en Afganistán, fue uno de los tantos héroes que lograron rescatar los tesoros del incendio de la catedral de Notre Dame, que se sitúa en la pequeña isla de la Cité, rodeada por las aguas del río Sena.
Al enterarse la noticia, Jean-Marc Fournier corrió directamente hacia la catedral con un solo objetivo salvar el Santísimo Sacramento del altar y la Corona de Espinas del templo.
Se temía que ambos objetos religiosos se perdieran cuando las llamas envolvieran el edificio medieval, pero el padre Fournier se aseguró de que fueran llevados a un lugar seguro.
Etienne Loraillere, editora de la cadena de televisión católica KTO de Francia, afirmó en Twitter que el padre Fournier “fue con los bomberos a la catedral de Notre Dame”.
Esto fue confirmado por una fuente de servicios de emergencia que dijo: “El padre Fournier es un héroe absoluto. No mostró ningún temor en absoluto, ya que se dirigió directamente a las reliquias dentro de la catedral y se aseguró de que fueran salvadas. Se ocupa de la vida y la muerte todos los días, y no muestra miedo”.
Uno de los objetos más preciosos de la catedral es la corona de espinas, que se supone que fue usada por Jesús de Nazaret antes de su crucifixión. El otro objeto rescatado es la Túnica de San Luis, que supuestamente perteneció al Rey Luix IX (1214-1270), último monarca europeo que se embarcó en una cruzada para recuperar Jerusalén.
El 13 de noviembre de 2015, el padre Fournier se apresuró al interior del local de música de Bataclan en París, cuando el Isis asesinó a 89 personas. El modesto capellán oró por los muertos y consoló a los heridos y a los familiares de las víctimas.