El incendio que devora la Catedral de Notre Dame, en el centro mismo de París, se produjo este lunes, cerca de las 18.50, cuando había finalizado la jornada tanto para las visitas de los turistas como para los trabajos de restauración y mantenimiento.
La catedral Notre Dame fue atacada durante la Revolución francesa, pero ni entonces fue tan dañada como ahora y hasta los nazis, durante la ocupación, la respetaron.
A medida que las llamas iban tomando la estructura, las especulaciones sobre las causas del fuego fueron en aumento. Desde un ataque terrorista, hasta un accidente a causa de las obras, los medios franceses se hicieron eco de diferentes hipótesis. Y es que, para todas ellas existen algunos buenos argumentos…
¿Un incendio accidental?
Es la primera hipótesis que circuló, con bastantes elementos de apoyo. Y es que en la actualidad, el arquitecto Philippe Villeneuve se encontraba junto con un equipo de obreros llevando a cabo tareas de restauración y mantenimiento.
Como explicó el historiador especialista en arquitectura Alexandre Gady en diálogo con France 24, muchos incendios de edificios históricos ocurren durante los trabajos de restauración.
La estructura de Notre Dame era en gran parte de madera, por lo que no es descabellada la hipótesis de que algunos de los trabajos hayan generado el fuego, que rápidamente se expandió sobre el edificio, generando el derrumbe del techo y de la aguja de la torre principal.
¿Un ataque intencional?
Hace tan solo un mes, la iglesia parisina de Saint-Sulpice, construida en el siglo XVII y sede de filmación de la película El Código Da Vinci, sufrió un incendio que todavía es investigado por la policía, ante las sospechas de un posible origen intencional. El fuego comenzó poco después del mediodía, cuando había cuatro personas en su interior. El humo y las llamas salían por las enormes puertas del templo católico antes de la llegada de los bomberos.
La larga lista de atentados terroristas que tuvieron lugar en París, en Francia y en Europa en general, ha dejado como saldo una sociedad sensibilizada que ahora, ante el fuego en la catedral, volvió a ser presa de las especulaciones.
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