El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que ayer cumplió un año encarcelado en la prisión de Curitiba aseguró que tiene “la conciencia tranquila” y denunció que está “preso injustamente por un crimen que nunca existió”.
“Puedo dormir con la conciencia tranquila de mi inocencia. Dudo que tengan el sueño tranquilo los que me condenaron en una farsa judicial”, sostuvo el ex mandatario en una carta que publicó en el diario Folha de Sao Paulo.
“Nada han encontrado para incriminarme: ni conversaciones de bandidos, ni bolsos de dinero, ni cuentas en el exterior. A pesar de todo, fui condenado en un plazo récord por Sergio Moro y por el TRF-4, por ‘actos indeterminados’ sin que encontraran ninguna conexión entre el departamento que nunca fue mío y supuestos desvíos de Petrobras”, aseguró en el artículo.
Lula, quien fue presidente de Brasil entre 2003 y 2010 fue condenado en primera y segunda instancia por corrupción pasiva y lavado de dinero, como beneficiario de un departamento que, según la justicia, habría sido puesto a su disposición por constructoras para obtener contratos con Petrobras en el marco de la investigación Lava Jato. En febrero de este año, fue sentenciado a otros 12 años y 11 meses, al considerar que obtuvo reformas en una casa de campo, igualmente a cambio de contratos en la petrolera estatal.
Luego, Lula continúa su artículo con la denuncia de que el impeachment contra su sucesora Dilma Rousseff se trató de un “golpe contra el modelo de desarrollo con inclusión social que el país venía construyendo desde 2003. En 12 años, creamos 20 millones de empleos, sacamos a 32 millones de personas de la miseria, multiplicamos el PIB por cinco. Abrimos la universidad para millones de excluidos. Vencimos el hambre”, sentenció.
Posteriormente, señaló: “Mi candidatura fue prohibida contrariando la ley electoral, la jurisprudencia y una determinación del Comité de Derechos Humanos de la ONU para garantizar mis derechos políticos. Y, aún así, nuestro candidato Fernando Haddad tuvo expresivas votaciones y solo fue derrotado por la industria de mentiras de Bolsonaro en las redes sociales”, añadió Da Silva en su escrito.
“Lo que más me angustia, sin embargo, es lo que pasa con Brasil y el sufrimiento de nuestro pueblo. Para imponer un juicio de excepción, rompieron los límites de la ley y de la Constitución, debilitando la democracia. Los derechos del pueblo y de la ciudadanía han sido revocados, mientras imponen el descalabro de los salarios, la precarización del empleo y el alza del costo de vida”, manifestó.
Miles de simpatizantes de Lula da Silva le mostraron ayer su apoyo frente a la cárcel de Curitiba (sur) en la que está preso por corrupción desde hace justamente un año.
A UN AÑO DE SU DETENCIÓN
Lula: “Estoy preso por un crimen que nunca existió”
El ex mandatario publicó una carta en la que defiende su inocencia y apunta a Jair Bolsonaro y Sergio Moro. “Nada han encontrado para incriminarme”, aseguró.
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