La tensión aumenta en las calles de Caracas con protestas convocadas por el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición liderada por Juan Guaidó por los masivos apagones que dejan intermitentemente a oscuras a casi toda Venezuela desde inicios de marzo.
Las fuerzas de seguridad de Venezuela dispersaron con gases lacrimógenos parte de las manifestaciones opositoras en Caracas e impidieron que se concentraran en algunos puntos del oeste de la capital venezolana.
El corte eléctrico más reciente se produjo afectando a Caracas y al menos a 20 de los 23 estados, varios de los cuales seguían sin suministro pasado el mediodía del sábado. Los masivos apagones que se iniciaron el 7 de marzo colapsan además el suministro de agua, el transporte y los servicios de telefonía e internet. El más reciente detuvo la actividad entre el lunes el jueves.
"Llamado a la paz"
Maduro también convocó a "una gran movilización" para "decirle no al terrorismo imperial". Además, pidió a los "colectivos" - grupos chavistas que la oposición denuncia que están armados- "cero tolerancia con las guarimbas", como llama a las protestas violentas. "Ellos incitan al odio, nosotros llamamos al amor, ellos incitan a la guerra y nosotros hacemos un llamado cotidianamente a la paz", dijo Jesús Camargo, coordinador de movimientos sociales.
El gobierno de Maduro atribuye la crisis a "ataques" de la oposición, apoyados por Estados Unidos, contra la hidroeléctrica de Guri (estado Bolívar, sur), que genera 80% de la energía que consume el país.
Las fallas eléctricas son habituales en Venezuela desde hace una década y expertos consideran que son consecuencia de la falta de inversión en infraestructura y de la corrupción, pero hasta ahora Caracas había estado relativamente al margen de los extendidos apagones.
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