Fuertes disturbios estallaron en las poblaciones venezolanas en la frontera con Colombia, donde cientos de voluntarios intentan entrar ayuda internacional de medicinas y alimentos gestionada por el opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado por unos 50 países.
El propio Guaidó dijo que hubo al menos dos muertos, uno de ellos un joven de 14 años, y 31 heridos, por disturbios en la frontera entre Venezuela y Brasil, donde los militares venezolanos bloquearon el ingreso de ayuda humanitaria.
"Los dos muertos son producto de la represión de militares durante disturbios en Santa Elena de Uairén. Ambos murieron por impactos de bala, uno de ellos en la cabeza", declaró Olnar Ortiz, activista en la zona de la ONG Foro Penal, crítica del gobierno.
Dos camiones que transportan la ayuda fueron incendiados por grupos de partidarios del mandatario Nicolás Maduro en el puente fronterizo Francisco de Paula Santander, que une a las ciudades de Cúcuta (Colombia) y Ureña (Venezuela), denunciaron diputados opositores.
"Nuestros valientes voluntarios están realizando una cadena para salvaguardar la comida y las medicinas. La avalancha humanitaria es indetenible", aseguró Guaidó, quien se encuentra en Cúcuta, coordinando el envío de la ayuda enviada por Estados Unidos que desde hace semanas se ha almacenado en ese lugar.
Ruptura con Colombia
El lanzamiento del operativo humanitario provocó el anuncio de Maduro de la ruptura de relaciones con Colombia, que reconoce a Guaidó como presidente encargado.
"He decidido romper todas las relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno fascista de Colombia y todos sus embajadores y cónsules deben salir en 24 horas de Venezuela ¡Fuera de aquí, oligarquía!", dijo Maduro este sábado ante una multitudinaria manifestación en Caracas.
Maduro, respaldado por Rusia y a quien el alto mando militar reitera con frecuencia su "lealtad irrestricta", aseguró que jamás renunciará a la presidencia.
"Estoy más duro que nunca, duro, de pie, gobernando nuestra patria ahora y por muchos años", clamó Maduro al dirigirse a los chavistas que marcharon por Caracas bajo el lema "Hands off Venezuela" (Fuera sus manos de Venezuela).
"Jamás me doblegaré, jamás me rendiré. Siempre defenderé a nuestra patria con mi vida misma de ser necesario", aseveró Maduro, al insistir en que el presidente estadounidense Donald Trump quiere adueñarse de las riquezas de este país petrolero.
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