En Francia llamó ayer a consultas a su embajador en Roma en protesta por una reciente reunión entre el viceprimer ministro italiano, Luigi Di Maio, y un grupo de “chalecos amarillos” en París, una inédita escalada entre dos países de la Unión Europea (UE) que cristaliza la fractura en el Viejo Continente a tres meses de las elecciones europeas.
Este es el tercer roce diplomático bilateral entre estos dos países vecinos y fundadores de la UE en menos de un año.
“Las últimas injerencias constituyen una provocación adicional e inaceptable”, afirmó la Cancillería francesa en un comunicado. Estas injerencias “violan el respeto debido a la elección democrática hecha por un pueblo amigo y aliado y el respeto que gobiernos democrática y libremente elegidos se deben entre ellos”, agregó la nota oficial.
De su lado, Di Maio defendió que su reunión con un grupo de chalecos amarillos es “legítima” y pidió diálogo al Gobierno de Francia.
“Mi encuentro como jefe político del Movimiento 5 estrellas (M5S) con representantes de los ‘chalecos amarillos’ y algunos candidatos de la lista RIC (Reunión de Iniciativa Ciudadana) es plenamente legítimo”, dijo Di Maio.
En junio del año pasado, Italia convocó al embajador francés en Roma para protestar ante críticas de Francia por la negativa del gobierno italiano de permitir el desembarco en sus puertos de un barco que había rescatado a 600 migrantes náufragos en el Mediterráneo.
Un portavoz del presidente francés Emmanuel Macron acusó en aquella ocasión al gobierno de Italia de “cínico e irresponsable”, a lo que Roma contestó que no aceptaba “lecciones hipócritas” de un país que tampoco había mostrado disposición a recibir a migrantes en su territorio.
La nueva crisis se desató luego de que Di Maio se encontrara con el vocero de los “chalecos amarillos” Christophe Chalencon y con Ingrid Levavasseur, promotora de una plataforma con la que algunos miembros del movimiento aspiran a acceder al Parlamento Europeo en las elecciones del 23 y 26 de mayo próximo.
El movimiento de los chalecos amarillos ha puesto en jaque al gobierno de Macron y se ha convertido en un colectivo cada vez más amplio con reclamos en contra de la política tributaria del gobierno.
La Cancillería destacó que “desde hace meses Francia es objeto de repetidas acusaciones, ataques sin fundamento y declaraciones indignantes que todo el mundo conoce y puede recordar. Desde el final de la guerra, es algo que no tiene precedentes”, agrega la nota.
Francia e Italia ya habían tenido un roce a principios de enero, cuando Di Maio y el otro vicepresidente italiano, Matteo Salvini, dieron su respaldo a los “chalecos amarillos”.
EL PRIMER MINISTRO ITALIANO PIDIÓ DIÁLOGO
Conflicto diplomático entre Francia e Italia por los “chalecos amarillos”
Es el tercer roce bilateral entre estos dos países vecinos y fundadores de la Unión Europea, en menos de un año.
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