El papa Francisco se mostró dispuesto a mediar en Venezuela, que atraviesa una grave crisis política y económica luego de que Nicolás Maduro asumiera su segundo mandato sin reconocimiento internacional y el opositor Juan Guaidó jurara como presidente interino arropado por una multitud en las calles.
El pontífice reveló su disposición en el vuelo de regreso al Vaticano tras su gira por Emiratos Arabes. En su ya tradicional conferencia de prensa en el avión, habló del intento anterior de mediación que terminó sin resultados.
“La Santa Sede ya estuvo presente en Venezuela, en el diálogo del ex primer ministro español José Luis Zapatero”. Lo estuvo en las primeras reuniones, primero con monseñor Tscherrig, luego con monseñor Celli, amplió. Y eso “sólo fue humo”. “Ahora veré la carta y veremos qué se puede hacer. Pero la condición inicial es que ambas partes lo quieran. La condición es que tienen que querer antes de pedir una facilitación, observación o mediación”. La carta de la que habló el Papa es una que Nicolás Maduro le envió días atrás. Según reveló el chavista, en la misiva le decía que estaba al servicio de la causa de Cristo. “Y con este espíritu le he pedido ayuda en un proceso de facilitación y de reforzamiento del diálogo”, se limitó a contar el venezolano, sin dar más detalles del pedido.
“Esto es como cuando la gente va a ver al cura porque hay un problema entre marido y mujer: va uno… ¿y la otra parte, viene o no viene? ¿Quiere o no quiere? Siempre se necesitan ambas partes.
Esta es una condición que los países deben tener en cuenta antes de pedir una facilitación o la presencia de un salvador o una mediación. Ambas partes, siempre”, insistió Francisco, según detalló el Vatican Insider.
“La mediación entre Argentina y Chile fue un acto valiente de Juan Pablo II que evitó la guerra”, recordó Francisco en referencia a la crisis de límites en el Canal de Beagle de esos países en 1978, pero “hay pasos pequeños, el último es la mediación”, resaltó.
“Son pasos iniciales pequeños, facilitadores para aproximar a las partes y para un diálogo, esto se hace en la diplomacia. La Secretaría de Estado (vaticana) puede explicar todos los pasos que toma”, afirmó Francisco.
“Antes del viaje -continuó- sabía que la carta de Maduro venía con un sobre diplomático: todavía no la he leído y veremos qué podemos hacer”. “Pero para dar el último paso, la mediación -añadió el pontífice- se requiere la voluntad de ambas partes, y ambas partes tendrán que solicitarla, así fue con Argentina y Chile”, insistió.
El pontífice evitó manifestarse a favor de Maduro o Guaidó, ya que considera que sería una intromisión en los asuntos de Venezuela, aunque afirmó que teme un “derramamiento de sangre”.
De hecho, las multitudinarias manifestaciones en contra del régimen comenzaron durante su reciente viaje a Panamá, donde -además- viven cientos de miles de venezolanos que huyeron del régimen. Allí, sólo se limitó a decir que esperaba “una solución justa y pacífica” para la crisis.
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